Un grupo armado irrumpió en una sala de conciertos en Moscú y disparó contra los espectadores. ISIS se adjudicó el ataque y desde el gobierno ruso apuntaron contra Ucrania.
Rusia informó el sábado de que había detenido a 11 personas, entre ellas cuatro presuntos atacantes, en relación con el tiroteo en el que murieron 143 personas en una sala de conciertos cerca de Moscú, el atentado más mortífero en Rusia en los últimos 20 años.
El grupo islamista Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado del viernes, pero había indicios de que Rusia buscaba un vínculo con Ucrania, pese a que las autoridades ucranianas negaron de forma rotunda que Kiev tuviera algo que ver
El servicio de seguridad FSB dijo que “los cuatro terroristas” fueron detenidos cuando se dirigían a la frontera ucraniana, y que tenían contactos en Ucrania. Según el FSB, están siendo trasladados a Moscú.
“Ahora sabemos en qué país planeaban esconderse de la persecución estos malditos bastardos: Ucrania”, declaró en Telegram la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova.
Un alto legislador ruso, Andrei Kartapolov, afirmó que si Ucrania está implicada, Rusia debía dar una respuesta “digna, clara y concreta” en el campo de batalla.
El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andriy Yusov, declaró a Reuters: “Por supuesto, Ucrania no está implicada en este atentado terrorista. Ucrania está defendiendo su soberanía de los invasores rusos, liberando su propio territorio y está luchando contra el ejército y los objetivos militares de los ocupantes, no contra civiles”
Según indicó, la versión del FSB de que los sospechosos fueron detenidos de camino a Ucrania es “por supuesto otra mentira de los servicios especiales rusos”.
La editora de la televisión estatal rusa Margarita Simonyan publicó un video de uno de los sospechosos, un joven barbudo, siendo interrogado al borde de una carretera. Dijo que el número de muertos aumentó a 143, pero no dio la fuente de su información.
El Comité de Investigación ruso afirmó con anterioridad que al menos 115 personas perecieron en el ataque, en el que hombres armados vestidos de camuflaje abrieron fuego con armas automáticas contra los asistentes al concierto en el Crocus City Hall, cerca de la capital.
Algunos murieron por heridas de bala y otros en el enorme incendio que se declaró en el complejo. Según los informes, los pistoleros encendieron el fuego con gasolina de bidones que llevaban en mochilas.
La gente huyó despavorida. Baza, un medio de comunicación con buenos contactos en las fuerzas de seguridad rusas, dijo que se hallaron 28 cadáveres en un aseo y 14 en una escalera. “Muchas madres fueron encontradas abrazadas a sus hijos”
El legislador ruso Alexander Khinshtein dijo que los atacantes huyeron en un vehículo Renault que fue localizado por la policía en la región de Bryansk, a unos 340 kilómetros al suroeste de Moscú el viernes por la noche y desobedeció las instrucciones de detenerse.
Según indicó, dos fueron detenidos tras una persecución en auto y otros dos huyeron a un bosque. De la declaración del FSB se desprende que también fueron detenidos posteriormente.
Khinshtein dijo que en el auto se encontraron una pistola, un cargador para un fusil de asalto y pasaportes de Tayikistán, un Estado centroasiático de mayoría musulmana que formó parte de la Unión Soviética.
Interrogatorio al sospechoso
En el video del interrogatorio se ve al sospechoso respondiendo en un ruso muy acentuado a una serie de preguntas. Dijo que voló desde Turquía el 4 de marzo y recibió instrucciones de desconocidos a través de Telegram para llevar a cabo el atentado a cambio de dinero.
El hombre estuvo temblando durante todo el interrogatorio. Al principio se le vio tumbado boca abajo, con las manos atadas a la espalda y la barbilla apoyada en la bota de un efectivo vestido con uniforme de camuflaje. Más tarde le levantan para ponerle de rodillas.
Otro hombre con cortes y magulladuras en la cara fue interrogado por un intérprete mientras estaba sentado en un banco con las manos y los pies atados.
Rusia aún no ha presentado públicamente pruebas de que haya algún vínculo ucraniano con el ataque.
El presidente Vladimir Putin, reelegido el pasado domingo para otro mandato de seis años, ha dicho en repetidas ocasiones a los rusos que varias potencias -incluidos países de Occidente- buscan sembrar el caos dentro de Rusia.
El sábado se formaron largas colas en Moscú para donar sangre. Según las autoridades sanitarias, más de 120 personas resultaron heridas.